Errores comunes al manejar una comunidad en redes

Hoy en día la forma de llegar a los clientes es tan variada como la cantidad de recursos digitales que se pueden encontrar, sin embargo en todos se busca una sola cosa: Crear una comunidad, tener seguidores que sientan cariño por la marca, que vean como un valor agregado los contenidos compartidos por esta y que a la vez se interesen por aportar parte de su conocimiento.
Conseguir esto no es tarea fácil, pero luego de lograrlo se pueden obtener resultados en cuanto a ventas y posicionamiento que sobrepasan expectativas. Para mantenerlos e incluso incrementarlos, ser un buen anfitrión es fundamental, los siguientes 5 comportamientos entorpecen este trabajo:

1. Tomárselo personal

Se debe evitar tomarse como personal el ataque de cualquier miembro de una comunidad, la mayoría de nosotros, cree y ama la marca para la que trabaja y se supone que sus seguidores la aman también, aunque no podemos darlo por sentado. Habrá desacuerdos y momentos en los que el deseo de responder con palabras inadecuadas sea fuerte, pero debe ser controlado. Siempre se necesita mantener una postura respetuosa y profesional y en el caso de sentir algún comentario o mensaje como personal se debe tomar un respiro antes de responder pues nada bueno puede venir de una respuesta escrita con rabia que solo ayudará a dañar la reputación de la empresa.

2. Estar siempre disponible

No es sencillo controlar la disponibilidad perfecta, sin embargo se debe seguir un horario tanto para dedicar al trabajo como para alejarse de este y tomar un descanso. Claro, pueden haber excepciones como eventos o situaciones que afectan a la comunidad directamente y es requerida la presencia de un vocero, sin embargo, si este está disponible siempre, incluso en horas en las que no se supone que una persona esté trabajando lo mejor es hacerlo de forma silenciosa y sin generar interacciones. Esto traerá mejores resultados para el desempeño laboral a la mañana siguiente.

3. Ser inconsistente

Como se menciona en el apartado anterior, no se trata de permanecer conectado 24/7 interactuando con el público, pero si de tener cierta regularidad en el posteo de contenidos así como responder a las necesidades de la comunidad por cualquier medio de manera efectiva en los horarios o tiempos en que ellos lo esperan. En un horario de trabajo especifico se debe asegurar que todas las actividades que los seguidores ven como trabajo de quien administra una página, se cumplan.

4. No prestar atención

Al iniciar una estrategia de redes sociales generalmente se establecen unas metas de alcance, seguidores e interacciones, pero es importante que, aunque se alcancen dichas metas, no se ponga en segundo plano el esfuerzo por llevar a esta comunidad virtual un paso más allá. Mantener el interés sobre las necesidades de los miembros, generar interacciones e incluso ampliar la comunidad atrayendo nuevos seguidores nunca dejará de ser importante.

5. Convertirse en vendedor

Aunque al final de cuentas la intención de un grupo en Facebook o un blog (de una marca o empresa) sea ofrecer algún producto o servicio debemos tener claro que sobre-ofrecer puede ser un error fatal, las comunidades generarán interacciones, compartirán contenidos y al final se construirá un estado de confianza entre los miembros y la marca. Nadie quiere un amigo que le ofrece en cada oportunidad que tiene, algún producto; la marca no se debe convertir en eso para sus seguidores, manejar los contenidos de manera que se genere la necesidad de un producto sin ofrecerlo directamente es la clave.

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