Toda marca actual tiene presencia en redes sociales y para empezar se piensa siempre en una estrategia en Facebook con el concepto de que esto garantiza un canal para llegar a más clientes y ofrecer el producto, sin embargo es importante ver esta (y cualquier otra) red social como una herramienta que hace parte de un todo: de una estrategia y no caer en errores de principiante al momento de desarrollar acciones por medio de la misma.

Perfil=Página

Para muchos principiantes puede parecer una buena opción crear un perfil personal para su empresa, sin embargo se deben tener en cuenta las herramientas que la segunda puede ofrecer para controlar las analíticas de una página y facilitar la evaluación de métricas dentro de una campaña digital. La segunda característica que hará la diferencia entre un perfil y una página es el diseño y acorde con la finalidad para la cual fue creada cada una, mientras la primera busca proteger y cuidar la información la segunda busca difundirla.

No responder

El fin de una red social para una marca es crear interacción con sus usuarios, si estos no sienten cercanía con la marca o que sus opiniones son tomadas en cuenta se alejarán, además al verlo como un canal de comunicación casi instantáneo es importante para los usuarios encontrar respuesta a sus dudas sobre la marca de lo contrario la página de Facebook se volverá inútil y terminarán dejando de seguirla. La tarea de interactuar con los clientes debe ser constante y eficaz.

Usar siempre el mismo formato

Facebook ofrece múltiples opciones en cuanto a formatos para compartir contenidos. No debes limitarte, por el contrario, aprovechar la diversidad de contenidos para la que se presta la red social alentará a la audiencia a participar e interactuar con la marca.

Contenidos demasiado densos

Las redes sociales son ante todo dinámicas en cuanto al acelerado movimiento de la información, es por ello que se debe apuntar a contenidos fáciles de digerir y que siempre estén en contexto con situaciones actuales. Proporciona a tus seguidores la posibilidad de ver contenidos más extensos en tu blog o página web.

Imágenes con un mal tamaño

Antes de comenzar a compartir imágenes en tu portal de Facebook asegúrate de que estas cumplan con las medidas necesarias establecidas por esta red social, de nada sirve hacer un gran esfuerzo en diseño y generación de contenidos si al final tus usuarios no podrán leerlos. Ten en cuenta también el empleo de un porcentaje menor al 20% en texto si piensas invertir en pauta.

No entregar lo que ofreces

Aunque está bien que uses Facebook para compartir enlaces dirigidos directamente a la página web de tu empresa, debes cuidar que lo que ofreces en la publicación (título, meta descripción e imagen) sea exactamente lo que tus clientes encontrarán en tu web, caso contrario perderás no solo seguidores en Facebook sino credibilidad para tu marca.

Malos horarios de publicación

Entender los hábitos de tus seguidores te ayudará a lograr descifrar los mejores horarios para publicar, una evaluación de analíticas es una buena opción para lograrlo pues no hay métodos para determinar los mejores horarios para publicar contenidos.

Olvidar tu página

Si ofreces contenidos de valor para tu audiencia, muy probablemente ellos se encuentren interesados en adquirir información de forma regular por medio de este canal, sin embargo, si no estableces una frecuencia (basada también en el comportamiento de tu sitio y sus seguidores) lo más probable es que ellos dejen de seguirte o pierdan interés en tu marca y lo que puede ofrecer. Lo principal es que no te vayas a ningún extremo: no desaparezcas ni tampoco los abrumes con contenido.

No usar el Administrador de Anuncios

No dejes, por desconocimiento, que la pauta de tu marca se vuelva estática, al iniciar en redes de forma autónoma, debes trabajar con el método de “ensayo y error” hasta conocer lo que mejor puede funcionarte. Explora nuevos nichos de mercado aprovechando que el administrador de anuncios de Facebook está diseñado para ello.

Información incompleta

Si los contenidos de la página de tu marca en Facebook cumplen con su objetivo, sus seguidores querrán saber más de ella e irán directamente a la información que proporciona Facebook, ese es el momento de invitar a tu audiencia a visitar tu punto de venta (con información de ubicación), a contactarte (con números de teléfono y correo electrónico) o a conocer más productos y servicios de tu marca (con un link a su página web). Si un usuario está interesado en lo que publicas pero no puede saber ni siquiera en que país está establecida la marca, no estás logrando nada.

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