Los “mataviernes” comunes en una agencia digital

Los “mataviernes” comunes en una agencia digital

Amamos el viernes, lo añoramos y lo esperamos pacientemente en nuestros trabajos, incluso le creamos hashtags tales como #PorqueHoyEsViernes.

Es por eso que todos los que han trabajado en agencia de marketing digital recuerdan un momento mataviernes en su vida, incluso podemos decir que todo trabajador ha presenciado aquella llamada, correo, aviso o memorando que sirve para arruinar la expectativa que se tenía a tan solo 15 minutos de ir a disfrutar del fin de semana.

En Woobsing no somos ajenos a ello, pasa, nos ha pasado y seguirá pasando, pero no por ello lo tomamos como algo malo (en perspectiva) pues estas situaciones sirven para traer unas cuantas risas o hacer sentir identificado a más de uno.

El voluntariado obligatorio

Lo peor que ha podido pasar en el trabajo es ser reclutado a la fuerza, no estoy hablando de un empleo impuesto sino de esas pequeñas obligaciones extra que requieren que alguien de buena fé se sacrifique por el grupo.

Pero normalmente no es de buena fé que se escoge a este sacrificio que tendrá que dirigirse a los juegos del hambre, nunca hay una Katniss que salve al equipo.

Normalmente el más cercano desde donde se hace el llamado o incluso el nuevo en la empresa tiende a ser aquel que tiene que rescindir de su fin de semana y salvar a los demás en este viaje de negocios, reunión o logística no programada.

El lunes a primera hora

De las frases que producen más miedo dentro de quienes tenemos un empleo con horario de oficina, pues solo se pronuncia a 5 minutos de finalizar una jornada laboral.

Nadie sabe como ocurre, si tal vez los clientes se ponen de acuerdo con anterioridad pero a las 5 pm comienza a llegar la sinfonía de correos electrónicos que piden una serie de elementos listos para el lunes en la mañana.

Obviamente esos requerimientos se solicitan desde la agencia un lunes para hacerles espacio en el cronograma de producción, pero muy pocas veces ocurre, con lo cual lo único que queda por hacer es programarse en fin de semana a sacar lo más posible.

El cliente no quiere 20, sino 20.0000

Una cosa es cuando un cliente pide un poco más de lo que se pactó, esto es posible y es factible. Lo malo es cuando te duplican la carga de trabajo en los últimos minutos de la semana y esperan que en el mismo tiempo programado para ciertas tareas.

La programación y el cronograma de los procesos es importante pues nos ayuda a la vez a mantener un orden y un registro, además que es la medida mínima de tiempo que nos permitimos para hacer las cosas bien. Cuando se rompe este orden de trabajo

Es entonces que con esta intención lo que hacemos es redoblar esfuerzos, para poder cumplir con metas que se nos hacen demasiado irreales pero que al final siempre terminamos entregando el lunes a costa de nuestra salud mental.

Le gustó todo pero hay que hacerle unos cambios pequeñitos

Esta es una de las cosas que producen más dolor de cabeza sobretodo en los diseñadores gráficos y diagramadores de las piezas.

Esto se debe a que cada mínimo cambio que pide el cliente no hay que arreglarlo en una sola pieza, sino en decenas que componen campañas completas que ya habían sido previamente aprobadas pero que se deben repensar para poder acomodar las observaciones más recientes.

Es de esta manera que con solo una frase ya sabemos que el termo de café debe estar a la orden mientras cancelamos nuestros planes de la noche.

Y ustedes, cual ha sido el “mataviernes” más común en su empleo.