Un cuento de influenciadores y caballeros blancos

Un cuento de influenciadores y caballeros blancos

En una tierra muy lejana convivían dos tipos de sujetos cuyo dominio eran las redes sociales, estos eran los influenciadores (influencers) y los caballeros blancos (white knights, brand advocates).

Los primeros son celebridades de internet, que tienen un alto número de seguidores y se convierten en referente en cuanto a las recomendaciones del campo en que se enfocan.

Por su parte los white knights son usuarios o consumidores altamente satisfechos que buscan compartir su experiencia y convertirse en referentes en cuanto a nuestros productos, defendiendo nuestra marca ante todo.

Como se puede observar, ambos tienen sus ventajas dentro de este cuento de marketing digital, pues mientras unos son ideales socios en campañas de branding con elementos de largo impacto pero corta duración, los otros son mejores llevando a la acción que al awareness.

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Pero para poder vislumbrar las ventajas de unos y otros debemos primero aprender un poco sobre ellos. Uno de los primeros elementos diferenciadores entre estos dos grupos es el alcance que tienen, pues mientras el primero tiene un activo digital inmenso en la palma de su mano el cual es su alcance, el otro lo posee en otro campo y es el de la credibilidad.

Esto se evidencia en mediciones de la firma Nielsen, las cuales indican que la confianza del consumidor ante los caballeros blancos es cercana al 92%, mientras que para los influenciadores este porcentaje es de solo 18%.

Idealmente la idea de un caballero blanco en redes al servicio de nuestra marca es interesante pues poco a poco van incrementando la interactividad entre entre los usuarios y los contenidos que presentamos, con un compromiso que casi puede ser definido a largo plazo sin necesidad de mediar compensación alguna.

Caso contrario ocurre con los influenciadores, que requieren que primero llamemos su atención y con algún tipo de incentivo (productos, pruebas gratuitas, dinero) para que

Pero el problema se presenta en el alcance limitado que tienen los caballeros blancos, ya que mientras estos se dirigen a temas particulares y personas específicas para enriquecer la experiencia de los nuevos usuarios. Por su parte los influenciadores se dirigen a un completo publico nuevo que puede servir en una estrategia de expansión de la marca.

Es aquí donde no debemos confundir alcance con influencia, pues tener una base larga de fanáticos no hace inherentemente a una persona influyente, ya que para esto se necesita la capacidad de concretar sus recomendaciones en acciones.

Es de esta manera que es necesario analizar la situación y dependiendo de los objetivos de nuestra gestión en marketing digital determinar si nos servirá mas uno o el otro.