Definimos el valor agregado de una vez por todas

Definimos el valor agregado de una vez por todas

Cada empresario, vendedor, gerente o especialista en marketing sabe que el valor agregado es lo que hará que su empresa tenga más clientes y por ende, mejores ingresos; sin embargo, es importante conocer realmente lo que significa para crear una propuesta de valor válida y que, en realidad, surta el efecto que esperamos.

Empecemos por decir que el valor agregado es eso <dar algo más>. Es sorprendente ver cuantas empresas toman como valor agregado un buen servicio al cliente o un producto de calidad. Esto NO es valor agregado, es lo mínimo que los clientes esperan de la marca: un buen servicio y que el producto que adquieren funcione tal y como se publicita. Si bien es cierto, el servicio pre y post venta debe exceder el prestado por la competencia, ofrecer más canales, brindar apoyo personalizado, acortar los plazos de cambio por garantía, etc y, por su parte el producto debe ser durable y cumplir con la que promete será su función, esto no será suficiente para considerarse como valor agregado.

Para plantear expresamente qué valor agregado se quiere brindar a los clientes de una empresa, es necesario pensar primero en lo que ellos quieren o necesitan, de este modo, no estaremos cayendo en otro común error, que es el de dar lo que podemos y denominar esto “valor agregado”, esto sería como regalarle a un amigo una camisa que ya no nos gusta de cumpleaños y esperar que esta persona se sienta agradecida.

Una vez establecido qué es lo que nuestros clientes quieren o necesitan, podríamos pasar a buscar opciones que se acomoden a nuestra empresa, modelo de negocio y sector económico, aquí hay algunas opciones:

¿Qué se puede ofrecer como valor agregado?

Regalos: Libros, reportes, encuestas, contenidos, productos en tamaño muestra, complemento del producto, etc.

Entradas: A eventos relacionados con la industria, charlas, seminarios, etc.

Herramientas: Software, guías, formatos, paquetes premium de uso, etc.

Servicios extra: Asesorías, controles, revisiones, propuestas extra, pruebas A/B, coaching, etc.

Conexiones: Networking y contactos de negocios relacionados con la industria.

Concluyendo, es importante pensar en el negocio de los clientes (en el caso de empresas B2B) o en las necesidades de los usuarios (para las empresas B2C) con el fin de llegar a un valor agregado que haga la diferencia y posicione una marca por encima de su competencia.

Si aún no sabes cual es el valor agregado de tu empresa a nivel digital, contáctanos y lo encontraremos por ti.

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